lunes, 10 de diciembre de 2012

El circo


O la boda circo
              

 Parece un tema ya recurrente en el blog, pero la verdad es que hay cada cosa que una no deja de sorprenderse. Hablábamos ya en post anteriores de la cierta tendencia actual de algunas bodas, que espectáculo tras otro hacen del día B un acontecimiento más digno de la noche de las uvas en La Primera que de una reunión con nuestra familia y amigos. La tendencia de superar al otro, de que nuestra boda sea más y mejor y recordada por todos, nos lleva por un camino un tanto circense y cumpleañero, que pierde la esencia real de lo que estamos celebrando: Nuestro compromiso.
               

  Evidentemente tampoco es necesario un vestido blanco, ni flores, ni un coche antiguo para celebrar y compartir con las personas que queremos el compromiso y la promesa que acabamos de hacer con nuestra pareja, pero al ser tradiciones arraigadas nos hace ilusión llevarlas a cabo. Que conste, no estoy diciendo que no celebremos ese día de una forma especial y distinta, al fin y al cabo es Nuestro día.
                

Mi opinión más bien va por el siguiente camino: ¿No es ya suficiente todo lo que montamos alrededor de la celebración como para además tener que montar un circo? ¿Es necesario llevar a un mago en directo, un espectáculo de bailaores de  flamenco o un humorista?. Ese día es para estar con los nuestros, porque pocas veces más nos reuniremos todos, y no veo necesario que un humorista esté contando chistes el día de mi boda. Porque para eso me pongo el Paramount comedy.
                

Una cosa es que tengamos música para animar el ambiente (más aún), comida, bebidas, barra libre, fotógrafo y una larga lista detrás. Pero que no se nos olvide de lo que se trata. La calidad no está en la cantidad, y con tanto espectáculo y extra lo único que lograremos es que nuestros invitados lleguen a casa con la cabeza tan cargada que no sepan si han estado en una boda o en la Feria de Abril.
               


  ¿Que lleva entonces a las bodas actuales a ser así? Creo que en la mayoría es el afán de superación y distinción (entendiéndose como distinta, no como elegante). Mueve tener una boda más llamativa que la que tuvo tu cuñada Lola, o que tu vestido sea más caro y espectacular que el de tu prima Aurelia. En definitiva, mueve que la recuerden más. Que no olviden nuestra boda.  Mientras que yo creo que lo que recordarán será la cara de felicidad de los novios, el brindis, las risas y los bailes, y porque no, la sencillez. Que el resto sobra un poco. Si es un día en el que se celebra el amor, vamos a darle más importancia a eso y dejemos tanta ornamentación para otro tipo de eventos. 

2 comentarios:

  1. Estoy deacuerdo contigo, no es necesita un circo, porq evidentemente, si se celebrar el amor, y ese amor se vive y se percibe, da igual el modo en que se realice la celebración!! Gran post. Un saludo.

    ResponderEliminar