miércoles, 21 de noviembre de 2012

El vestido de novia y otros mitos (Capítulo I)


Primer contacto:
                

                La historia de la búsqueda de mi vestido no es para nada como nos cuenta el mito, cómo: El primero que te pruebas es el definitivo. En serio ¿alguna os habéis probado sólo uno? Lo mismo yo tengo un problema... La verdad es que es una de las primeras cosas que empecé a mirar (bueno vale, la primera). Estaba deseando probarme vestidos, beber champagne en las tiendas (mito también...) y verme envuelta en capas y capas de tul.
                

Comienza este primer capítulo de la búsqueda del vestido
                
Lo primero que hay que pensar es que estilo queremos...aunque al final termine siendo otro totalmente distinto (mito confirmado).  También hay que tener en cuenta nuestro presupuesto mosquito: os recuerdo mi reto era encontrar un look de novia por 1200 euros.


               Mi primera idea: Vestido de novia corto. Cómo ya he comentado en otras entradas el eje de mi boda es sencillo, divertido y nada protocolario. De manera que en principio me pareció una buena idea ese estilo.

Pros:                        Contras:
- original                 - Difícil de encontrar
- favorecedor       
- divertido
                

               Una vez decidido más o menos por dónde tirar es cuando empezamos a mirar en las tiendas. De manera que un día mi madre y yo nos arreglamos y fuimos a dar un vistazo.
                
                  Primera parada: Rosa Clará. No podía ser de otra manera. Había visto uno de la nueva colección que me encantaba. Así que felices entramos en la tienda. Tan rápido como entramos salimos, cuando nos dijeron que el modelo que me gustaba costaba más de 2.000 euros. Adiós Rosa Clará, fue bonito conocerte. No me llegue a probar ningún modelo, aunque había algunos muy muy bonitos.
               
                  Un poco asustadas por los precios (aunque yo ya me lo esperaba) fuimos a nuestra segunda parada, ya abriéndonos a otras posibilidades. Franc Sarabia. Yo sólo quiero decir algo, y decírselo a Fran: Mira bien a quien contratas...porque no creo que esa gente tan antipática te vaya muy bien.  Que quede claro que cuando mi madre y yo entramos en la tienda la mirada de arriba a abajo que nos echaron ya tiraba para atrás. Pregunté por vestidos cortos y por un fajín que había visto, y allí de pie, sin entrar casi en la tienda, nos dijeron: No, no de eso no tenemos. Y punto. Poco más y nos dicen: ale ale fuera . Adiós Franc Sarabia, no fue nada agradable conocerte (a ti no, a tus empleadas).
                
                  Ya totalmente desconcertadas por el trato recibido decidimos huir un ratito de las grandes firmas, y entrar en las tiendas multimarca o marca propia. Sin saber ni que marca era entramos en Manila Novias, una pequeña tienda con sus propios modelos. Nos atendieron de forma muy muy agradable, incluso me dejaron probarme sin llevar cita. Nos enseñaron el catálogo y los precios rondaban entre 550 y 1500 aproximadamente. Y entonces lo vi.  Y ese fue mi primer vestido. Se trataba de un vestido corto, tobillero, palabra de honor y todo de tul. Capas y capas de tul a más no poder. En serio, se mantenía de pie El solito.
                Es cierto que cuando salí de la tienda pensaba que era mi vestido, si o si. Me había visto tan guapa y tan divertida.  Sin embargo la tienda me ofrecía hacerle los cambios que quisiera, así que pedí cita para meditarlo más tranquilamente. .....

Continuará....

No hay comentarios:

Publicar un comentario